Casaña Jardineros

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Empresa de Jardinería de León

lunes, 7 de septiembre de 2009

Invierno: ¿tan malo es?

Hola a todos!! ¿Qué tal habéis pasado el verano? Bien, espero. Aunque nos quedan unos días para el final oficial del verano, aqui en el norte ya empieza la cuenta atrás para la llegada del otoño, los árboles de hoja caduca empiezan a cambiar de color, el césped crece menos, las malas hierbas son mas fáciles de eliminar, las flores de temporada se ponen más feas y... en fin, es como si la jardinería ya no tuviera gracia, ya no tenemos mas el mono de querer tener todo reluciente... Sí, eso mismo, parece que con la llegada de los primeros aires frios nos desentendemos del jardín. Vale, se que me estaréis diciendo que esto no es el Caribe, que en el norte español, hace frío en invierno: hiela, llueve, nieva y todo lo demás, que la naturaleza se vuelve agresiva para el hombre y para si mismo. Es cierto, en invierno todos lo pasamos mal, plantas y humanos. Pero... ¿Seguro que no podemos tener un jardín reluciente en invierno? ¿¿¿Seguro???...

Pues yo creo que sí lo podemos tener. De acuerdo, voy a repasar todo el "evangelio" de respuestas que escuchamos, en nuestras tierras del norte desde que tenemos uso de razon:
  • Las petunias no pueden crecer en medio la nieve, necesitan el calor del verano.
  • La mayoria de los árboles estan desnudos de sus hojas.
  • Nadie en su sano juicio sale al jardin en enero a tomar el sol en su tumbona.
  • El paisaje de invierno es horrible, esta todo gris y medio podrido.
  • La helada mata todo lo que plantes.
  • Y un largo etc que no pretendo alargarme.

Bien, esas respuestas no estan exentas de fundamento, al fin y al cabo esto es el norte y el clima es de lo mas cabrón que ya he visto en mi vida. Pero... si mantengo mi postura de que en invierno hay vida. Mucha vida. Y por supuesto una vida hermosa para ser contemplada y cuidada. Y si se cuida bien, más hermosa se queda. Tengo una serie de cuestiones que siempre me han lanzado mis clientes, a las que voy a dar respuesta, como hacen nuestros buenos amigos gallegos, lanzando otra pregunta al aire :-)


  • ¿Y por que petunias precisamente? Si el tema es dar color a un parterre se podría plantar brezos y pensamientos, que son igual de coloridos, además resistentes y baratos, ¿no?
  • ¿Caducifolio? Bueno, pues, a plantar un poco más de especies perennes y no abusar tanto de los caducifolios, no estaría de más, daría un poco mas de vidilla al gris de nuestro invierno ¿no?
  • ¿Todo está gris? ¿Y que os parece si introducimos algunas plantitas de pequeño tamaño que sean perenes y de hojas variegadas. ¿Queréis un poco de verde intenso? Pues podemos poner una rocalla en la que podemos fomentar el desarrollo de musgos y plantas rupícolas enanas que pueden crecer perfectamente sobre la mismísima roca.
  • ¿Hace frío para estar todo el dia en el jardín? Bueno, si yo os contara... Eso se puede resolver condicionando el jardin para que sus mejores vistas se tenga desde dentro de casa al calor del hogar y si posible comiendo un buen quesín, unos embutidos y un vinín, jeje!
  • ¿La helada lo mata todo? No es verdad. La helada sólo mata aquello que sea anual y que no esté adaptado a nuestro clima. Por lo demás, comprobaréis que desde hace muchos miles de años, nuestra tierra ha estado poblada de vegetales que siempre aguantaron los inviernos más espantosos que el ser humano pueda imaginar. Podemos tener el peor de los inviernos, que siempre que llega la primavera nuestros montes vuelven a lucir sus mejores galas.

En fin, lo que nos pasa a todos, servidor incluído, es que nos metieron en la cabeza que el invierno es malo, y que con ello no hay jardinería en invierno. ¡Craso equívoco! Esa cultura de adorar el verano y odiar el invierno ha conllevado a cometer errores técnicos, sí, eso mismo, errores técnicos, como el de aplazar muchos trabajos hasta bien entrado la primavera. Es cierto que tenemos unos inviernos lo suficientemente duros para que uno se lo piense dos veces antes de salir al jardín a faenar. ¿Pero que pasa con esos días soleados de enero en los que no hay ni una pizca de viento, ni una sola nube? Por lo que me consta, esto no es Noruega o Canadá donde el jardín permanece cubierto, por una capa de más de un metro de nieve durante 5 meses, las nieves de nuestra tierra, salvo una media docena de pueblos de alta montaña, no duran cuajada en el suelo más que algunas horas, o como mucho, unos poco días del año. Así que, no veo razones sólidas para que abandonemos nuestros jardines durante el invierno, pues pese al frio reinante hay mucha cosa que hacer: podar los caducifolios, mullir la tierra de los parterres, arreglar averías en el sistema de riego y maquinaria en general, diseños y proyectos para nuevas modificaciones, visitar los viveros y comprar nuevas plantas, aprender más y más sobre este arte (con libros...), profesionales veteranos y foros de internet, en fin, aqui el que se aburre es porque quiere. Como podéis ver, si exceptuamos el momento cumbre de los grandes temporales de invierno en los que está media España cubierta de nieve, la maquinaria no tiene por que pararse. Y para terminar el tema de hoy, en un plan casi poético, os pido para que paréis un ratín para imaginaros un jardín en su plena hermosura de una mañana soleada de enero: La tierra mullida, oscura, casi negra, contrastando con las manchitas blancas de una nevada ligera del día anterior, las rocas calizas cubiertas con un manto multicolorido de siemprevivas, musgos, saxífragas y escarcha. Imaginaros la multitud de tonos y formas de los arbustos podados de forma artística a medida que el sol va levantándose mientras la escarcha se va trasnformando en gotas que caen una a una al suelo. Y no hablemos del color intenso de la floración casi milagrosa de los pensamientos, prímulas, brezos ciclamenes... ¿A qué es bonito? En resumidas cuentas, un jardín puede ser un edén en cualquier estación del año, sólo es cuestión de cambiar un poco de mentalidad. Como dicen los japoneses, el deleite de la belleza del jardín no está en el regreso de la primavera, sino en su transformación diaria en el decurrir de las estaciones, es un placer que no se termina nunca. Esto es todo por hoy, un abrazo a todos.