Casaña Jardineros

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Empresa de Jardinería de León

lunes, 23 de noviembre de 2009

Cambio climatico y jardinería sostenible


Hola a todos.
¿Qué tal va el otoño? Espero que bien.

Y más que bien, yo diría que un tanto cálido.

Bueno, espero que mi mensaje de hoy no os suene repetitivo, puesto que este es un tema del que todos, servidor incluido, estamos mas bien hartos de oír.
Así que seré ameno y no me pondré a hablar sobre los casquetes polares que se disuelven, o sobre los rayos ultravioletas que provocan el cáncer o sobre el reloj biológico de la naturaleza, que se ha vuelto loco.

Creo que la información (generalmente fidedigna) que nos facilitan los medios de comunicación, es ya de por si bastante divulgativa. Eso sin hablar del cine catastrofista made in USA, que tan de moda está, para que no se nos olvide que vienen mal dadas.
Mi aportación en este tema será, obviamente, en un punto de vista más que jardinero, de andar por casa. Me centraré sobre en qué es lo que nos va afectar.

Lo primero, y según mi punto de vista es que nos va a afectar sobre todo en el tema del consumo de agua para riego. Es bien sabido por todos que la temporada seca en España es cada año más larga y como si no fuera poco, cada año nuestros jardines consumem más y más agua, y nuestros embalses no dan abasto para nuestro consumo, que cada día crece más y más. En palabras mas sencillas, nuestra sed va aumentando cada día y nuestra disponibilidad de agua va menguando. Los americanos tienen razón, tal como demuestran sus películas, nos vienen muy, muy mal dadas...
Pues lo dicho, tendremos que aceptar la que se nos viene encima y tomar medidas para que, por lo menos podamos hacer frente a los problemas que se nos avecinan.

Del mismo modo que se nos aconseja reciclar y ahorrar energía en nuestras casas, haremos lo mismo, o por lo menos algo parecido, con nuestros jardines.


Lo primero es analizar que es lo que más consume agua en nuestros jardines. En la mayoría de los casos suele ser el césped. Bien, pues la cuestión es analizar la posibilidad de suprimir el césped, o por lo menos parte de su superficie. Una zona abierta de un jardín no tiene por que estar obligatoriamente cubierta de césped, también se puede tener superficies cubiertas por hiedras, brezos (sobre todo las superficies inferiores a 50m2) o arenas y gravillas de las mas variadas texturas y colores)
En el caso de que, por las razones que sean, no podamos tener otra cosa sino césped (ejemplo, grandes superficies en pendiente) podemos disminuir su consumo en agua, cortándolo un poco más alto en verano pero con más frecuencia, es decir una vez a la semana. El resultado obtenido es muy bueno: el césped cortado así, necesita menos agua y, menos tiempo para recuperarse del corte y además consumimos menos combustible de la cortacésped en cada corte, pues al cortar un poco más a menudo se fuerza menos el motor de la máquina, pues esta trabaja mucho más rápido y ligera, de tal modo que, consecuentemente, consume menos combustible y contamina menos que si, cortáramos el césped con más intervalo de tiempo y de forma más drástica.

Otra recomendación es aprovechar los restos de las siegas para acolchar el pie de los parterres, para así proteger las raíces de los cambios bruscos de temperatura. Lo he comprobado yo mismo, con mi experiencia, y el resultado es extraordinario: con ello se abona la tierra (la paja de césped tiene nitrógeno), proteges a las raíces de los cambios de temperaturas, mantienes más tiempo la humedad del suelo (y con ello gastas menos en agua) y de paso mantienes a las malas hierbas un poco más a raya, puesto que estas enraizan peor sobre la paja. Eso si, conviene que la paja del césped contenga sólo hojas y tallos, nada de espigas porque si no estas germinarán y nacerá césped al pie de los macizos de arbustos, cosa que no nos interesa.


La hora del riego también es importante: se aconseja regar en las horas más frescas del día, de tal modo que hay menos evaporación y la tierra absorbe mejor el agua.


En estos tiempos de clima extremo y cambiante, conviene saber que, interesa dar más énfasis al cultivo de plantas autóctonas, pues están mejor adaptadas a la sequía y a los cambios duros de nuestra región. Recordad siempre, lo autóctono será siempre lo mas fácil y más fiable, siempre.


¿Y que pasa con la jardinería de coleccionismo? Sí, sí, me refiero a esos frikis (servidor incluido) que casi desafían las leyes de la naturaleza, cultivando especies delicadas de otros países, que necesitan condiciones especiales de cultivo. Pues no nos desesperemos, también hay soluciones. Una de ellas es no mezclar las autóctonas con las exóticas. Distribuiremos las plantas en zonas separadas en el jardín.

Daré un ejemplo practico: en la zona más soleada y extensa del jardín, introduciremos plantas aromáticas y arbustos típicos de nuestra geografía. Regaremos esta zona solamente cuando sea imprescindible.


Pero entonces llega el kit de la cuestión: nos gustan los helechos gigantes de Australia. Esas rarezas necesitan tierra húmeda y ambiente sombrío. Pues también hay soluciones, pero emplearemos una superficie bastante menor del jardín. Los plantaremos en una zona sombría, protegida de los vientos para que la tierra no se deseque, y regaremos única y exclusivamente la zona en la estará ubicado. Para eso utilizaremos aspersores con boquilla fina y que, tan sólo riegue la zona en la que están plantados los helechos. Para ahorrar aún más agua, utilizaremos un sistema de riego automatizado para que riegue todos los días a la misma hora y con la misma cantidad de agua. Si este sistema esta conectado a un detector de lluvia mejor todavía, así aprovechamos aún más los recursos.

Y vuelvo a repetir: plantar más superficie de plantas autóctonas, que exóticas. Siempre.
No se trata de ser radicales y eliminar las plantas exóticas, puesto que el cultivo y reproducción de estas es una forma de preservar la biodiversidad del planeta, es decir, es una forma de asegurar su repoblación, en su país de origen en caso de una gran catástrofe ecológica. Se trata de ser realista y tener sentido común, plantar lo mínimo necesario de plantas exóticas para asegurar la existencia de las colecciones y dar mas énfasis a los cultivos nuestros de toda la vida.

Si nos gustan las rarezas vale, pero hay que tener conciencia de que no podemos forrar un jardín entero de rarezas, no hay agua para tanto.

Así que aquí dejo un consejo para todos los coleccionistas: como no es posible ni factible tener una colección extensa deberíamos practicar más intercambios de plantas y semillas para así tener más acceso a las rarezas sin tener que acumular tantas "repetidas" en pocos jardines, en detrimento de las autóctonas. Vamos, que apesar de todo, el coleccionismo puede ser sostenible si se tiene sentido común, es como todo lo demás en jardinería.

Estoy convencido que el coleccionismo, si se hace de manera inteligente, lejos de ser una amenaza ambiental, puede ser además de una agradable afición, una forma de preservar la biodiversidad del planeta.


Un abrazote a todos.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Invierno: ¿tan malo es?

Hola a todos!! ¿Qué tal habéis pasado el verano? Bien, espero. Aunque nos quedan unos días para el final oficial del verano, aqui en el norte ya empieza la cuenta atrás para la llegada del otoño, los árboles de hoja caduca empiezan a cambiar de color, el césped crece menos, las malas hierbas son mas fáciles de eliminar, las flores de temporada se ponen más feas y... en fin, es como si la jardinería ya no tuviera gracia, ya no tenemos mas el mono de querer tener todo reluciente... Sí, eso mismo, parece que con la llegada de los primeros aires frios nos desentendemos del jardín. Vale, se que me estaréis diciendo que esto no es el Caribe, que en el norte español, hace frío en invierno: hiela, llueve, nieva y todo lo demás, que la naturaleza se vuelve agresiva para el hombre y para si mismo. Es cierto, en invierno todos lo pasamos mal, plantas y humanos. Pero... ¿Seguro que no podemos tener un jardín reluciente en invierno? ¿¿¿Seguro???...

Pues yo creo que sí lo podemos tener. De acuerdo, voy a repasar todo el "evangelio" de respuestas que escuchamos, en nuestras tierras del norte desde que tenemos uso de razon:
  • Las petunias no pueden crecer en medio la nieve, necesitan el calor del verano.
  • La mayoria de los árboles estan desnudos de sus hojas.
  • Nadie en su sano juicio sale al jardin en enero a tomar el sol en su tumbona.
  • El paisaje de invierno es horrible, esta todo gris y medio podrido.
  • La helada mata todo lo que plantes.
  • Y un largo etc que no pretendo alargarme.

Bien, esas respuestas no estan exentas de fundamento, al fin y al cabo esto es el norte y el clima es de lo mas cabrón que ya he visto en mi vida. Pero... si mantengo mi postura de que en invierno hay vida. Mucha vida. Y por supuesto una vida hermosa para ser contemplada y cuidada. Y si se cuida bien, más hermosa se queda. Tengo una serie de cuestiones que siempre me han lanzado mis clientes, a las que voy a dar respuesta, como hacen nuestros buenos amigos gallegos, lanzando otra pregunta al aire :-)


  • ¿Y por que petunias precisamente? Si el tema es dar color a un parterre se podría plantar brezos y pensamientos, que son igual de coloridos, además resistentes y baratos, ¿no?
  • ¿Caducifolio? Bueno, pues, a plantar un poco más de especies perennes y no abusar tanto de los caducifolios, no estaría de más, daría un poco mas de vidilla al gris de nuestro invierno ¿no?
  • ¿Todo está gris? ¿Y que os parece si introducimos algunas plantitas de pequeño tamaño que sean perenes y de hojas variegadas. ¿Queréis un poco de verde intenso? Pues podemos poner una rocalla en la que podemos fomentar el desarrollo de musgos y plantas rupícolas enanas que pueden crecer perfectamente sobre la mismísima roca.
  • ¿Hace frío para estar todo el dia en el jardín? Bueno, si yo os contara... Eso se puede resolver condicionando el jardin para que sus mejores vistas se tenga desde dentro de casa al calor del hogar y si posible comiendo un buen quesín, unos embutidos y un vinín, jeje!
  • ¿La helada lo mata todo? No es verdad. La helada sólo mata aquello que sea anual y que no esté adaptado a nuestro clima. Por lo demás, comprobaréis que desde hace muchos miles de años, nuestra tierra ha estado poblada de vegetales que siempre aguantaron los inviernos más espantosos que el ser humano pueda imaginar. Podemos tener el peor de los inviernos, que siempre que llega la primavera nuestros montes vuelven a lucir sus mejores galas.

En fin, lo que nos pasa a todos, servidor incluído, es que nos metieron en la cabeza que el invierno es malo, y que con ello no hay jardinería en invierno. ¡Craso equívoco! Esa cultura de adorar el verano y odiar el invierno ha conllevado a cometer errores técnicos, sí, eso mismo, errores técnicos, como el de aplazar muchos trabajos hasta bien entrado la primavera. Es cierto que tenemos unos inviernos lo suficientemente duros para que uno se lo piense dos veces antes de salir al jardín a faenar. ¿Pero que pasa con esos días soleados de enero en los que no hay ni una pizca de viento, ni una sola nube? Por lo que me consta, esto no es Noruega o Canadá donde el jardín permanece cubierto, por una capa de más de un metro de nieve durante 5 meses, las nieves de nuestra tierra, salvo una media docena de pueblos de alta montaña, no duran cuajada en el suelo más que algunas horas, o como mucho, unos poco días del año. Así que, no veo razones sólidas para que abandonemos nuestros jardines durante el invierno, pues pese al frio reinante hay mucha cosa que hacer: podar los caducifolios, mullir la tierra de los parterres, arreglar averías en el sistema de riego y maquinaria en general, diseños y proyectos para nuevas modificaciones, visitar los viveros y comprar nuevas plantas, aprender más y más sobre este arte (con libros...), profesionales veteranos y foros de internet, en fin, aqui el que se aburre es porque quiere. Como podéis ver, si exceptuamos el momento cumbre de los grandes temporales de invierno en los que está media España cubierta de nieve, la maquinaria no tiene por que pararse. Y para terminar el tema de hoy, en un plan casi poético, os pido para que paréis un ratín para imaginaros un jardín en su plena hermosura de una mañana soleada de enero: La tierra mullida, oscura, casi negra, contrastando con las manchitas blancas de una nevada ligera del día anterior, las rocas calizas cubiertas con un manto multicolorido de siemprevivas, musgos, saxífragas y escarcha. Imaginaros la multitud de tonos y formas de los arbustos podados de forma artística a medida que el sol va levantándose mientras la escarcha se va trasnformando en gotas que caen una a una al suelo. Y no hablemos del color intenso de la floración casi milagrosa de los pensamientos, prímulas, brezos ciclamenes... ¿A qué es bonito? En resumidas cuentas, un jardín puede ser un edén en cualquier estación del año, sólo es cuestión de cambiar un poco de mentalidad. Como dicen los japoneses, el deleite de la belleza del jardín no está en el regreso de la primavera, sino en su transformación diaria en el decurrir de las estaciones, es un placer que no se termina nunca. Esto es todo por hoy, un abrazo a todos.

martes, 9 de junio de 2009

El "fogonazo" de primavera



Hola, amigos.

En primer lugar, vengo a pedir disculpas por mi desaparición en estos 2 últimos meses. Se que os debo algunas explicaciones.

Y segundo, vengo a daros las gracias por leerme y por dejar vuestros comentarios. ¡Gracias a todos de verdad!, sin vosotros este blog no existiría.
Bueno, vayamos al grano.

Se que alegar estar muy ocupado no es justificación para el abandono de este blog. Pero eso fue lo que pasó, he estado muy ocupado, por asuntos que no fueron ajenos a lo que aqui se viene a hablar, jardinería. Y bien, espero no tener que volver a abndonar este blog, que me resulta muy gratificante de escribir.

Hoy vengo a hablar de algo que yo mismo, de forma coloquial, llamo el "fogonazo" de primavera. Dicho término lo utilizo para definir el momento de la primavera en el que la jardinería más trabajo tiene, en Asturias y León suele coincidir con el mes de mayo, mas o menos, variando según que zonas y que altitud.

Durante el "fogonazo" la naturaleza se vuelve "loca", llueve mucho y hace bastante calor, con ello todo se dispara: las plantas crecen más veloces que nunca, las malas hierbas se hacen casi invencibles y las plagas habituales alcanzan proporciones bíblicas. Y creo que de eso todo el mundo ya sabemos, no hace falta ser jardinero para saber que en primavera la sangre altera (en este caso, la savia).

Ya os podéis imaginar lo que es la rutina habitual de un jardinero en estas fechas: cortar mucho césped, podar arbustos, pulverizar fitosanitarios, sembrar, en fin... ¡trabajar muchísimo! Y pidamos al cielo que así siga todos años, que no nos falte trabajo.

Lo que pasa y la mayoria de la gente no sabe (o finge que no sabe) es que ese panorama tan bucólico también tiene sus puntitos oscuros. Y es que la gente sólo se acuerda del jardín justo en esta época en que la Madre Natura despliega todo su poderío. Después de un otoño y un invierno de abandono total de los jardines, sale el "solecín" y la gente se acuerda de la jardinería. Resultado: el jardín se encuentra totalmente desmadrado, con la hierba hasta la cintura, los árboles sin podar y todo cubierto de maleza y plagas varias... Entonces empieza el maratón del jardinero, el teléfono móvil de este servidor echa humo. Hay que realizar todo el trabajo atrasado en tan sólo unos pocos días. Ya sabéis, hace bueno y todos queremos tener la finca a punto para este verano.


Y ahí entonces empiezan los problemas y la primavera se convierte en un infierno para los clientes y el jardinero. Llegan las prisas y uno no puede hacerlo todo de una vez. La gente se enfada (con razón) por la demora de las obras de restauracion del jardin y el jardinero cree que se va a volver loco, con tantos encargos que incluso algunas veces tiene que rechazar.

Pues bien, amigos, eso es lo que me ha sucedido en estos días, he vivido el caso de la sobrecarga de trabajos que debieron de hacerse hace medio año. Esa ha sido la causa del abandono temporal de este blog. Y ojala dicho abandono no vuelva a repetirse.

No vengo a cantarle las cuarenta a nadie, Dios me libre de ello, pero creo que debo explicarle a la gente, que un jardín no se empieza a cuidar en primavera. La idea de esperar para la primavera para llamar al jardinero es sencillamente nefasta. Esa no es una medida de ahorro sino todo lo contrario, a la larga sale más caro, pues con la vegetación más desmadrada el coste de la mano de obra del jardinero se dispara, sin contar con los demas convenientes antes citados.

Así que, si tenéis un jardín un tanto descuidado y lo queréis rehabilitar, jamás de los jamases debéis esperar para la primavera, empezar lo antes posible, en enero, cuando todo aún es fácil de controlar. De tal modo que si lo hacéis así, lo único que tendréis que hacer en primavera son las siegas, podas y pulverizaciones cotidianas sin tener que andar a prisas por poner el jardín listo para el disfrute veraniego. Recordad siempre esa premisa: los problemas se resuelven mientras son pequeños.

Y lo mismo vale para la construccion de nuevos jardines: si hacéis el proyecto, el diseño, instalación del sistema de riego y todo el plan de administración del jardín en invierno al llegar la primavera vuestros jardines estarán mucho mas vistosos y fáciles de cuidar. Y eso es algo que todos, profesionales, aficionados y clientes lo agradecemos.

Esto es todo por hoy, un fuerte abrazo.
Juan

miércoles, 18 de marzo de 2009

Jardín botánico de Iturrarán.

Aqui estoy otra vez.


Hoy os voy a hablar de un evento que se realizará entre los días 25 y 26 de abril próximo, la 7ª Feria de Planta de Colección del Jardín Botánico de Iturrarán, Guipúzcoa.

Y os estaréis preguntando ¿qué es una feria de planta de colección?

Pues se trata de una feria en la que se exponen y venden plantas ornamentales, poco frecuentes en los viveros en los que estamos habituados a comprar.

Seguramente estaréis pensando que se trata de plantas exóticas de otras latitudes y cuyo mantenimiento resulta una cuestión delicada... Y de cierto modo no vais desencaminados. Pero es mucho más que "plantitas" delicadas. Se trata de todo un mundillo aparte en la jardinería, en el que se intenta trabajar con especies poco corrientes en el mercado español, algunas de ellas en fase de estudios de adaptación en nuestros climas.

Cuando hablamos de plantas exóticas automáticamente pensamos en especies tropicales de algún país de ensueño como puede ser Indonesia, Brasil o Costa Rica... Pero la realidad es que extico puede ser cualquier especie que no se vea muy a menudo en nuestros jardines, no tienen por que ser precisamente tropicales. Puede ser un Pinus paviflora de las montañas de Japón, un Metrosideros de las costas autralianas o un Nothofagus betuloides de los Andes Chilenos. Estas especies que acabo de mencionar no son precisamentes de playas tropicales sino de tierras cuyos climas no distan mucho de los de nuestras tierras hispanas. Lo que pasa es que estamos tan "programados" para trabajar con los setos de Leilandis ó arbolitos de Prunus morados, tan comerciales de toda la vida, que ni siquiera nos paramos a pensar en la variedad de plantas nuevas que podemos introducir en nuestros jardines sin que nos cueste demasiado trabajo para adaptarlas a nuestras condiciones naturales.

Personalmente, soy el primero en fomentar el cultivo de nuestras especies autóctonas, pero pienso que no estaría de más introducir un poquito de colorido en nuestro jardines, un poco de novedad. Aqui en el Norte, tanto en León como en Asturias, tenemos la falsa creencia que, debido a nuestro clima rebelde, con inviernos inestables, no podemos tener demasiada variedad de plantas en nuestros jardines. Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que no podemos tener los cocoteros del Caribe o los palmiteros amazónicos sí podemos tener un gran número de especies (autóctonas y exóticas) que se adaptam perfectamente a las condiciones de nieve y heladas del norte ibérico sin sufrir el más minimo daño.

Y es con ese espíritu innovador, pero sin perder nuestras raíces tradicionales que el Jardín Botánico de Iturrarán organiza esta fantastica feria de planta de colecionismo, para que podamos dar un poco más de alegria y exotismo a nuestros jardines sin menospreciar la belleza de nuestros inviernos durillos, ¡sino todo lo contrario!

Esto es todo por hoy, os dejo este enlace del Botánico de Iturrarán para que hechéis un vistazo y os animéis venir a la Feria:




Un fuerte abrazo a todos


Juan Carlos.